En la presentación del seminario definíamos competencias como aquellos comportamientos que posibilitan a una persona resolver de manera eficaz y precisa situaciones o problemas en un contexto determinado (Levy-Leboyer, 2000). Con ello, hacemos referencia a que cada uno de nosotros tiene un repertorio -más o menos consciente- de competencias que domina (a modo de habilidades o fortalezas personales) y otras que devienen en pendientes de aprender o fortalecer.
Hacíamos referencia también a tres tipos de competencias para la conducción eficaz de personas: las competencias de diseño organizativo, las competencias interpersonales y las competencias intrapersonales. Estas competencias enriquecen las competencias o saberes técnicos, propios de una disciplina, profesión u oficio. Articuladas las presentamos de la siguiente manera:
En la medida que más ascendemos en la escala jerárquica organizacional, es decir, que asumimos mayores responsabilidades de conducción, gestión y coordinación, se van haciendo más necesarias este tipo de competencias complementarias. Lo que no implica
perder o desechar las competencias técnicas operativas sino que estas se van volviendo más delegables.
Tal como adelantáramos en la presentación, las competencias interpersonales serán abordadas en la Unidad 2 y las intrapersonales en la Unidad 3. Podemos detenernos en las competencias de diseño organizativo.